miércoles, 7 de enero de 2009

FRENTE A LOS SUFRIMIENTOS CORPORALES

ASI-UNS
COMISION NACIONAL DE JEFES REGIONALES


Lo peor de la crisis que padece nuestro país es, sin duda, que hay una mayoría de ciudadanos que padece hambre en diferentes grados y las consecuencias de la alimentación deficiente sobre la salud, es que insensiblemente los seres humanos se van acostumbrando a una dieta que va minando el organismo y predisponiéndolo para cualquier enfermedad. Lo peor es que se acostumbran y ni tienen conciencia de su propia debilidad.

El hambre y la miseria afectan a la mortalidad infantil, se pierde la alegría de vivir, se excitan las pasiones, la capacidad de trabajo disminuye.

Los Sinarquistas reconocemos que los regímenes gubernamentales han logrado mucho en lo que se refiere a salud pública, pero en la actualidad el problema es mayor porque los recortes presupuestales disminuyen la capacidad de atención de los hospitales, clínicas, casas de salud y esto se agrava porque por la mala alimentación aumenta el número de enfermedades y de enfermos.

La más prolongada de las enfermedades es la vejez, porque detrás de cada anciano hay, casi seguramente, un menesteroso, y su horizonte es más sombrío: terminar en un asilo si encuentra cupo o sentarse en algún lugar estirando la mano para lograr alguna moneda y poder comer.

Ahora que está de moda proteger a los animales, el contraste está en que tratamos con la saña más inhumana que se puede dar a los seres humanos enfermos o ancianos.

La Unión Nacional Sinarquista atendiendo a la problemática de la salud humana ha de reclamar por diferentes medios: propaganda, prensa, propuestas a las legislaturas, etc. Para que los seres humanos en el Plano Natural se le respete el derecho a la vida; derecho a un mínimo de recursos; que en su trabajo se le garantice contra riesgos de trabajo, es decir, enfermedades profesionales o no profesionales, invalidez y vejez; derecho a las condiciones normales de la vida: limitación de la fatiga física, protección corporal contra accidentes, higiene pública, represión de fraudes y crímenes; derecho a una vida de hombre; derecho a la libertad, al descanso suficiente, al cultivo de sus facultades intelectuales; a ser tomado en consideración -cortesía, cordialidad-, a la moralidad, es decir, a no sufrir la actuación indebida de los servidores públicos.

Tener derecho a votar y respeto al voto para poder exigir por eso medio mejores gobernantes que vean por el Bien Común que se refiere a la salud.

Los Sinarquistas reconocemos que la enfermedad y sufrimiento son imperfecciones humanas inevitables, que no pueden eliminar os sistemas económicos-sociales más avanzados, pero hay algunos aspectos preventivos que sí de pueden dar y esa es la acción ciudadana que debe reclamar esa prevención.

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