domingo, 31 de octubre de 2010

ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA PROCESO


El deslinde


Por:Julio Alejandro Ríos
PROCESO-JALISCO

Después de marcar su distancia con sus fundadores y grupos ultraconservadores como El Yunque, el sinarquismo se reivindica ahora como un movimiento promotor de la democracia participativa y la solidaridad comunitaria. Sergio Estrada Mercado Soriano, dirigente de esa organización en el estado, se lanza contra el gobernador Emilio González Márquez y su mentor, Víctor Atilano, y contra Leonardo García Camarena, a quienes acusa de deslealtad.

A 73 años de su fundación, el sinarquismo, movimiento de tendencia social cristiana fundado por Salvador Abascal Infante y Alfonso Trueba en la ciudad de León, Guanajuato, aún sobrevive. Hoy, sin embargo, sus dirigentes intentan deslindarse de los herederos de sus creadores y de todo lo que huela a extrema derecha, pero sobre todo del Yunque.

Su dirigente en Jalisco, Sergio Estrada Mercado Soriano, empieza por el gobernador Emilio González Márquez, a quien califica de oportunista y advenedizo. Dice que aun cuando González Márquez inició su carrera en el Partido Demócrata Mexicano (PDM), ligado a aquella corriente ideológica, y llegó a ser su presidente, jamás fue sinarquista:
“Emilio llegó a la presidencia del PDM por un golpe de suerte, no por méritos. Llegó al partido cuando había éxitos electorales; pero cuando el barco se hundió, él se marchó. No fue congruente con ideología alguna.”

Dispuestos a enterrar su pasado, los actuales sinarquistas se avergüenzan de personajes ligados al extinto PDM –el partido del “gallito colorado”– como González Márquez y Leonardo García Camarena, ambos prominentes miembros del Yunque. También se desmarcan de Víctor Atilano Gómez, mentor de González Márquez, que incluso llegó al ayuntamiento de Lagos de Moreno impulsado por el PDM.

La andanada también se extiende a otras entidades. En Guanajuato, por ejemplo, incluye a Juan Ignacio Padilla García, su prima Ana Teresa Aranda y a sus yernos Jorge Arturo Zepeda Orozco, notario de León, y Carlos Medina Plascencia, exgobernador de esa entidad. Todos ellos ligados al Yunque.

En Michoacán, la invectiva alcanza al pedemista José Luis Ávila, alcalde de Ciudad Hidalgo durante dos administraciones y a quien se le recuerda por su declaración en una misa al inaugurar la feria de Todos Los Santos del año pasado: “Yo no soy juarista”, como informó Milenio en su edición del 2 de julio de 2009.

Por lo que atañe a Salvador Abascal Infante, fundador del sinarquismo, y su familia, Estrada sostiene: “Como sinarquistas, nosotros creemos que la gestión de Abascal Infante fue pésima, contraria a los intereses de los trabajadores. Creemos además que no es bueno mezclar religión con política”.
Los “huarachudos”

Identificado por sus enemigos como un movimiento fascista y de ultraderecha, el sinarquismo fue fundado en 1937 en León, Guanajuato. En los años setenta y ochenta ganó varias alcaldías en regiones conservadoras como el Bajío y Los Altos de Jalisco, entre ellas la de Guanajuato y la de Lagos de Moreno.

Sin embargo, Sergio Estrada Mercado Soriano, líder del sinarquismo en Jalisco y coordinador nacional de acción política, sostiene en entrevista con Proceso Jalisco que esas acusaciones son falsas.

“Es un error pensar que el sinarquismo se reduce sólo a la zona de Los Altos, o que es algo así como un PAN para pobres. La realidad es que durante varios años hemos denunciado a ese partido (por)que empeoró las condiciones de la población. No nos involucramos ni con Fox ni con Calderón, y aun así nos siguen identificando con el PAN o con los yunques. Eso nos disgusta. Somos totalmente diferentes”, arguye.
Para Estrada, el sinarquismo es un movimiento político, social y cultural. “Su línea ideológica es un nacionalismo no racista ni excluyente ni xenófobo, sino como la relación del humano con su territorio, envuelto con un sentido de historia y trascendencia y la conciencia de pueblo”.

–Pero aún se les liga con la ultraderecha, El Yunque, los grupos parroquiales y hasta en actos de resistencia armada…
–El Yunque no se preocupa por nuestros temas, como las empresas comunitarias, donde el obrero es dueño del medio de producción. Nosotros nos deslindamos públicamente de esa asociación; lo hemos hecho en comunicados y en nuestros sitios web. En febrero de 2009, expulsamos al anterior líder, Enrique Pérez Luján, por sus coqueteos con El Yunque.

“Desde hace tiempo un grupo de ultraderecha estadunidense difunde un texto que Lyndon LaRouche encargó a William Wertz, que curiosamente retoma gente de López Obrador, en el cual se califica al sinarquismo como nazi comunista. Ese término ni siquiera tiene lógica…”
–Pero es claro que algunos yunquistas fueron sinarquistas. Ahí está Emilio González Márquez, quien fue candidato a diputado en 1985 por el PDM, incluso fue presidente nacional de ese partido en 1988.

–Emilio González entró al PDM, pero nunca fue sinarquista, mucho menos su familia. Él llegó del PAN porque no pudo ser líder juvenil. Cuando renunció el líder nacional (pedemista, Ignacio González Golláz) se le pidió a Emilio hacerse cargo del PDM de manera interina.

–¿Cómo era aquel Emilio de los años ochenta? ¿Ya era fanático religioso?
–Él presumía de valores cristianos, pero muchos compañeros lo recordamos como un muchachito engreído que nomás cuenteaba a la gente. Él y otros militantes, que terminaron por irse al PAN, se referían a los campesinos sinarquistas como “huarachudos”. Rara vez los atendían.

–De esos que abandonaron el barco, ¿a qué otros personajes recuerda?
–A Leonardo García Camarena, por ejemplo. Él fue representante nacional del PDM ante el IFE y hoy es líder de la gran Alianza por Jalisco; también fue diputado y efímero subsecretario de Educación. Y aunque su familia sí fue sinarquista, cuando él fue subiendo se olvidó de los principios. Los que ahora son panistas entraron al movimiento cuando el PDM estaba fuerte, a finales de los ochenta. Y salieron cuando el partido empezó a declinar. Llegaron cuando había abundancia, riqueza, posibilidades. Cuando no había nada se fueron.

–¿Eran sólo oportunistas, arribistas?
–Al hablar de esa gente que estuvo hace 20 años sólo podemos decir que llegaron y pasaron de largo. Nunca fueron miembros destacados dentro del movimiento. Lo que es justo es calificarlos como panistas. Aunque sí, sí fueron oportunistas.

–Y ahora conducen Jalisco. ¿Qué opina del gobierno estatal?
–El gobierno del estado tiene un problema: no entiende que las relaciones humanas se cambian desde las bases. Emilio tiene una visión de hace siglos, cree que la base social se modifica juntándose gobernantes, un empresario y un jerarca eclesiástico y punto. El proyecto estatal ha fracasado.
–¿Les gusta que el cardenal Juan Sandoval Íñiguez se meta en la vida pública?
–El cardenal debería enfocarse en que su Iglesia funcione para lo que fue creada. Si el mismo Papa dice que tienen infinidad de problemas de corrupción, de administración de sus bienes, de educación, que se enfoque a resolverlos. El gobernador tiene otras responsabilidades y debe cumplir la misión para la cual fue constituido como Estado y no andar de la manita de la Iglesia.

–¿Pero al sinarquismo siempre se le ha ligado con la Iglesia? ¿O sólo me dice eso para aparentar modernidad?
–En nuestro movimiento hay católicos, agnósticos, paganos, algún budista. Hay de todo. No es movimiento religioso, sino un movimiento político, social y cultural. Nuestra relación con la Iglesia es sana, pero es institucional. Si la Iglesia impulsa proyectos que fortalezcan a las comunidades, está bien, incluso podríamos trabajar en puntos concretos…

Estrada insiste: “No buscamos la destrucción del capital a favor del Estado, más bien creemos que la empresa, como la tierra, debe ser propiedad de quien la trabaja”.
Para él, la izquierda vació su contenido social y sólo se aboca a cuestiones de libertad individual, como la eutanasia, el aborto, las bodas gay, pero olvida otras cuestiones importantes. “Ya no es izquierda –dice–, es liberalismo, nada más. Y la derecha, en esos temas, es insensible al rol de la solidaridad social”.

Relata que los postulados nacionalistas y comunitarios del sinarquismo fueron utilizados en 2007 por un grupo que invitó a los militantes del movimiento a fundar un nuevo partido político que se denominaría Humanista: “Con dos palabras nos enamoraron: nacionalismo y comunidades”, comenta.

“Pero cuando preguntamos de dónde venían los recursos, nunca respondieron. Luego supimos que estaban dispuestos a todo con tal de obtener el registro: hubo acarreados a las asambleas, entrega de despensas, falsificaciones de firmas. El colmo fue que hubo una reunión para planear estrategias para entrar en el gusto de la gente. Todo fue un fracaso”, cuenta Estrada.

–¿Quién propuso eso?
–Fueron José Luis Nungaray, Bernardo Vargas y Enrique Pérez Luján, quien fue expulsado del sinarquismo en febrero de 2009 por sus coqueteos con El Yunque; también había dinero de legionarios. Ellos querían poner a Mario Romo, destacado legionario, como presidente del partido. También había gente ligada al entonces gobernador de Sonora, Eduardo Bours.
Rumbo a 2012

Sergio Estrada asegura que en todo el país hay 30 mil personas trabajando en los programas del sinarquismo. Y aclara que, aun cuando no hay planes para afiliarse a ningún partido, en las regiones donde tienen fuerza “nuestros cuadros podrían llegar a puestos de responsabilidad, regidurías, o similares”.

En algunos estados, como Guerrero y Oaxaca, dice, por medio de la Unión Nacional de Trabajadores del Campo los sinarquistas impulsan cooperativas y proyectos productivos comunitarios. En Jalisco tienen presencia en 15 municipios.

–¿Cómo ven la sucesión presidencial para 2012?
–Yo definiría el panorama nacional con tres changos del mismo circo. Ninguno nos convence. Yo estoy encargado de la parte política y ya veremos por municipio. Ningún partido tiene la calidad moral para decir que transformará la realidad. Además, crear un nuevo partido con la legislación actual es muy complicado.
–¿Les preocupa un posible regreso del PRI?
–¡Claro que es preocupante! Se ha perdido la memoria histórica.

¡Imagínese! Hay gente que dice que cuando gobernaba el PRI no había muertos ni inflación. El PRI oculta su verdadero rostro, pero basta ver lo que sucedió en Oaxaca, Puebla, Quintana Roo. Cada vez gobierna con más saña y autoritarismo. El PRI que resurge es autoritario, pero maquillado; el PAN, ineficiente e ingenuo, y el PRD, irracional y perdido en luchas internas.

–¿En Jalisco algún perfil les gusta para gobernador?
–Bueno… Enrique Alfaro tiene un liderazgo social interesante. Ha logrado desarrollar una visión de equipo y un objetivo en su gente. Su reto es hacer que Tlajomulco sea cada vez más autosuficiente, además de hacer cumplir los reglamentos, como en el aeropuerto.

“Si logra realmente estos dos años con éxito su administración, posiblemente sea un buen candidato al gobierno del estado. Pero ese es mi punto de vista. No lo conozco ni lo he tratado. Son los grupos de Tlajomulco lo que nos lo platican.”

–¿Y Aristóteles Sandoval?
–Tiene cualidad importante: el empuje. Pero se rodeó de los mismos dinosaurios de siempre. En Guadalajara no se trata de la llegada de Aristóteles, sino el retorno de los dinosaurios priistas. Se han vuelto a hacer fuertes los líderes sindicales en los tianguis, los que piden cuotas y los acarreados el 1 de mayo. Y el PAN está absolutamente divorciado de la realidad que se está viviendo.

–¿Cómo caben ustedes, los sinarquistas, en pleno siglo XXI?
–Si alguien nos veía como movimiento conservador o apostólico, mercenario, que buscaba a ver qué partido le daba cabida, eso se acabó.

–¿Entonces antes sí había eso?
–No. Digo que se acabó la gente que quiera pensar eso. Somos un movimiento que impulsa la democracia participativa, la solidaridad comunitaria, el sentido crítico, la lealtad, el honor, el orgullo nacional. No nos identificamos con problemas propios de las élites, el libre mercado; no nos interesa la macroeconomía. “Nos interesa generar una economía diferente con base en la misma cooperativa comunitaria y solidaridad social, y construir una sociedad diferente. Apenas estamos recomenzando.”

1 comentario:

  1. Solicito la publicación de las correcciones a la Entrevista. En Proceso, cambiaron algunas frases y otras se las inventaron.

    En el numero siguiente vienen las aclaraciones.

    En concreto hay dos puntos que faltan a la verdad: JAMAS SE DIJO QUE NOS DESLINDARAMOS DE NUESTROS FUNDADORES.

    Eso lo añadieron en Redacción. La frase correcta es: "Nada tuvo que ver, en la Fundación, ese tipo de grupos burgueses y pro-capitalistas". NADA QUE VER CON LO QUE SALE EN LA ENTREVISTA.

    El Segundo punto es la referencia al Maestro Juan Ignacio Padilla García.

    Por supuesto que no nos deslindamos de el!!!!
    Parece que en Proceso tambien gustan poner de mas.

    Compañeros... Al entrevistado el enfadó terriblemente el párrafo añadido por la redaccion de Proceso.

    En fin... La Carta de reclamo viene en el numero posterior a esa entrevista. Ojala ASIUNS la publique en ésta misma nota para que se lea completo.

    Gracias!!!!

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