Por: David Alejandro Valdez *
ASI-JALISCO
El indigenismo oficial priísta tuvo y mantiene como uno de sus paradigmas al “indio Juárez”, precisamente el que hizo todo para entregarles una buena parte del territorio mexicano a los yanquis. Además, es deshonroso para el “benemérito”, que hayan sido estadounidenses los legisladores que resistieron los intentos de soborno perpetrados por el yerno de Benito Juárez, con los que el gobierno de éste trató de lograr los votos necesarios para, a cambio de dinero, ceder a los Estados Unidos el Istmo de Tehuantepec.
Pero esa historia ustedes deben de conocerla, y si la desconocen habrá oportunidad de contarla mas a detalle.
Cabe señalar que el título de “benemérito de las Américas” es ilegítimo para Benito Juárez, ya que la legislatura colombiana que así lo nombró, no tenía, ni podía tener jurisdicción en las demás naciones del Continente Americano, ni tenia autoridad para otorgar un título que fuera reconocido por todas ellas.
Presidencia ilegítima
El 18 de enero de 1858 México tenía tres presidentes: Ignacio Comonfort, quien renunciaría el 21 del mismo mes, y los dos autonombrados, con dos gobiernos: el del General Félix Zuloaga en México apoyado por el General Miguel Miramón y los conservadores, y el de Juárez en Guanajuato apoyado por los liberales.
Ambos gobiernos eran revolucionarios y pronto estallaría la guerra de tres años. La legalidad de Juárez como presidente ha sido puesta en duda por numerosos historiadores, ya que Comonfort aún no renunciaba, y Juárez se declaró presidente tres días antes de que aquél saliese. Además, Juárez no había rendido la protesta requerida. Por si esto fuera poco, el 15 de abril de 1858 Juárez se embarcó para Panamá de donde pasó a Nueva Orleáns, perdiendo con esto su carácter de Presidente, (si es que lo tenía), según lo establecía la Constitución que él mismo decía defender.
Tratado McLane-Ocampo
El gobierno de Zuloaga había sido reconocido por todas las potencias, inclusive por Estados Unidos que tenía esperanzas de obtener lo que ya les había prometido Comonfort: la cesión de una parte muy considerable del territorio nacional y el paso a perpetuidad por el Istmo de Tehuantepec. Como John Forsyth, ministro plenipotenciario de los Estados Unidos recibió una rotunda negativa de Zuloaga para aceptar estas vergonzosas proposiciones, se apartó del gobierno de Zuloaga y se dirigió al de Juárez. Forsyth llegó al extremo de tener en su propia casa a los jefes de la revolución juarista para que conspiraran a mansalva.
Juárez estaba dispuesto a vender a su propio país con el fin de obtener el reconocimiento de su gobierno por los Estados Unidos de Norteamérica, con la ayuda económica de todo género que esto implicaba. El 14 de diciembre de 1859 el gobierno juarista firmó el Tratado McLane-Ocampo, por el cual Juárez se comprometió a conceder a los Estados Unidos: el derecho perpetuo de tránsito por el Istmo de Tehuantepec, con la posibilidad de ser vigilado por tropas estadounidenses en defecto de las mexicanas; el derecho de paso a las tropas estadounidenses a través de territorio mexicano para proteger las vidas y hacienda de sus ciudadanos y aun por cualesquiera otras causas; indemnización por los gastos erogados por los Estados Unidos a consecuencia de su intervención militar, aun con entrega de territorio. Por su parte, México tendría derecho a solicitar la intervención armada de los Estados Unidos cuando peligrara el gobierno de los liberales.
El Tratado McLane-Ocampo no logró obtener la ratificación del Senado de los Estados Unidos, porque los senadores del Norte consideraban la adquisición de nuevos territorios de México como una pretendida expansión de tierras esclavistas. La Carolina del Sur se apartó de la Unión el 20 de diciembre de 1860, y pronto la siguieron otros Estados del Sur, y con eso estaba ya a punto de estallar nuestra Guerra Civil; sin embargo, Juárez había logrado el reconocimiento de su gobierno de parte del Presidente Buchanan, y eso era lo que importaba.
La idea de vender territorio nacional
En 1847 Juárez se inició como aprendiz en la logia masónica Independencia número 2. Desde el principio de su vida pública, Juárez se había unido al grupo político de sus maestros en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca: los liberales. La mayoría de ellos eran masones de las logias yorkinas establecidas en México por Joel Roberts Poinsett (1779-1851). Poinsett era un agente del imperialismo yanqui en México que apoyó con entusiasmo la Doctrina Monroe y organizó en México a las logias masónicas yorkinas. Ya desde 1812 estaba en la Nueva España como agente secreto de la poderosa nación vecina para procurar insurreccionar al país, de manera que el movimiento insurgente favoreciera los planes de extensión territorial que ya por entonces abrigaba su gobierno (Francisco Azcárate reveló que Monroe, por conducto de Poinsett, pretendía que México cediera a Estados Unidos parte de su territorio). Poinsett propuso a Agustín de Iturbide la anexión a los Estados Unidos de la parte norte de México y el establecimiento de una República Federal (contraria al Plan de Iguala y semejante a la estadounidense), pero el Emperador Iturbide rechazó dignamente estas traidoras proposiciones. Desde entonces Poinsett comenzó a calumniar a Iturbide y a intrigar con todos los políticos descontentos, persuadiéndolos de que lo que México necesitaba era la República Federal; Poinsett y otros liberales como Ramos Arizpe, Michelena, etc., serían los responsables de la caída del Imperio de Iturbide. “La tendencia mexicanista de Iturbide - afirma Vasconcelos - era sincera. Del otro lado, en el liberalismo, se movía la influencia extranjera”.
En 1825 el presidente Adams envió a Poinsett a México como ministro plenipotenciario, comisionado para gestionar la compra de Texas en cinco millones de dólares, pero no lo logró; años más tarde los agentes de la anexión de Texas a Estados Unidos encontraron en Poinsett un amigo proclive a esta maniobra.
Prácticamente, el territorio de Texas lo vendieron a Estados Unidos Gómez Farías, Mejía y Zavala, a cambio de la protección de los esclavistas estadounidenses, para reintegrarlos en el poder del que los privó Santa Anna. Al cubano Mejía se le nombró jefe del ejército federal, reclutado en Louisiana y encargado de revolucionar en México y tomar Tampico; a Zavala director de los colonos de Texas que habían de insurreccionarse y separarse de México, ya que era uno de los principales colonos; y a Gómez Farías – como supuesto Vicepresidente de México – jefe intelectual del movimiento. Ni sólo aquellos traidores pactaron con los masones de Nueva Orleáns la independencia de Texas, sino que se comprometieron a seguir persiguiendo a la Iglesia, mediante una serie de reformas a las leyes.
Esta es parte de la historia autentica de nuestra patria, la cual exhorto a que la investiguen, la lean y la disciernan.
La Unión Nacional Sinarquista es la culpable de que cada 21 de marzo los mexicanos descansen, y todo porque el 19 de diciembre de 1948, en un mitin Sinarquista en el Hemiciclo a Juárez de la Ciudad de México, DF, se cubrió su estatua con una capucha negra “porque no queremos mirar a este bandido ni queremos que él nos mire a nosotros”. Este acontecimiento motivó que liberales y masones lanzaran consignas y protestas. Los juaristas pidieron la disolución de la Unión Nacional Sinarquista y la proscripción legal de su brazo político, el Partido Fuerza Popular. Se canceló el registro del partido y en desagravio al “benemérito”, se declaró al 21 de marzo, fecha del natalicio de Juárez, como día feriado.
Es importante conocer la verdadera historia patria, y resistir en la dignificación, fortalecimiento y sobretodo el reconocimiento de aquellos hombres, mujeres y niños que han aportado mucho por esta patria mexicana.
No nos confundamos ni nos dejemos engañar, al final de cuentas la verdad se abrirá paso sobre la mentira oficial.
¡VIVA MEXICO!
*David Alejandro Valdez
Director de la Agencia Sinarquista de Información.
...Viva Villa Cabrones ...Su estupida revision de la historia desde la derecha se topara con la firme resistencia del pueblo, ustedes y sus jilgueros empresarios no podran hacer nada cuando en el 2010 este pueblo, desde abajo se levante y diga BASTA, basta de oligarcas como ustedes, basta de mentiras hacia nuestra historia nacional, basta con su falsa religiosidad que justifica la muerte de seres humanos, simplemente basta, y como la dijo Paco Ignacio Taibo II, ...si le siguen tomando los tompiates al pueblo, este se levantara y les dara en la madre ... asi tal cual..... que Dios los perdone y los ayude
ResponderEliminarNo estamos cerrados al debate, sólo que hay que tener la valendia de dar la cara y no esconderse en el anonimato. No tengan miedo
ResponderEliminarRespecto al ultimo comentario: tienes razón el gobierno priista que tenemos es el mejor: lleno de ateísmo, de educación sin valores para replegar a los mexicanos a unirse a cárteles delincuenciales sin escrúpulos
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