lunes, 5 de enero de 2009

LA FORMACION SINARQUISTA DE LOS AGREMIADOS Y SUS DIRIGENTES




ARCHIVOS ASI-UNS

Los programas de formación en la Unión Nacional Sinarquista son permanentes y se dan por medio de estudio, por temáticas periódicas de diferentes aspectos sociales y políticos; incluso se organizan cursos intensivos de formación de dirigentes en el Instituto Nacional de Capacitación “Adrián Servín”.

La acción permanente de formación educativa responde a que me tengo que interesar por lo que sucede fuera de mí. Más allá de la simple esencia de los que son los partidos políticos y tratando de crear conciencia ciudadana sobre lo que es la democracia en sus más amplios aspectos, más allá de la actuación ciudadana en las votaciones, porque el mundo está girando a un ritmo social. Los Sinarquistas estaríamos desfasados y anticuados si nos empeñamos en cerrar los oídos a las mil voces que nos oyen. Los Sinarquistas no podemos despreocupamos de los miles o millones de seres que sufren aplastados por mil infortunios de hambre, de humo, de máquinas, de crisis, de violencia.

La formación social de los Sinarquistas tiene tareas concretas en los comités regionales, municipales y rurales porque los problemas sociales son dificilísimos, incluso hay quienes los califican de vida o muerte. En esas batallas que se libran cada día en nuestra sociedad, nosotros, queramos o no queramos, ocupamos una posición. Debemos, ahora y hasta que podamos, conocer la situación y entrenarnos para defender a la patria de sus problemas sociales, políticos y económicos.

Antes de salir a la calle como luchadores sociales hemos de tener un programa formativo permanente para equiparnos con material de conocimientos históricos, políticos, sociales, para, en el momento preciso, saber cual es la verdad sobre un acontecimiento nacional, la fórmula que hay que aplicar para derivar una función o la ley que explica la mecánica de una defensa individual o colectiva. Con mayor apremio se nos impone el conocer la verdad sobre la situación social de nuestro tiempo, los principios humanistas que la resolverían y la clave de la solución propuesta por la Unión Nacional Sinarquista para remediar estas crisis.

Los Sinarquistas como luchadores sociales no pueden confesarse incompetentes en la gestoría social, en una discusión sobre el salario o sobre la distribución de la riqueza, etc. El Sinarquista debe estar armado de conocimientos, de razones, de verdades para poder promover a la Unión Nacional Sinarquista entre sus compañeros de trabajo, vecinos, familiares.

Tenemos muchos años en esta acción y siempre estaremos necesitados deformación que incluso debe incluir nuestra personalidad individual y de grupo pues quedaría incompleto si, cerramos nuestro castillo y nos dedicamos solo a formar nuestro carácter. Tenemos que abrir nuestras compuertas mezclarnos con los demás, vibrar con sus preocupaciones, conocer sus problemas. Nuestro corazón se enriquecerá con nuevos latidos. La imaginación se cargará con nuevos contrastes de imágenes. Así nuestro carácter se robustecerá, romperá los barrotes del egoísmo y quedaremos listos para empezar nuestra carrera de hombres Sinarquistas, de mujeres Sinarquistas.

Reconocemos que los Sinarquistas no hemos acudido plenamente a la llamada de socorro que durante años nos ha estado lanzando el problema social, pero nos enorgullece haber hecho algo a través de las Uniones de Usuarios y Contribuyentes, de la Unión Nacional de Trabajadores del Campo, de la Unión de Sindicatos y Obreros Libres, de las labores propias de nuestra secretaría de Bien Común.

El punto de partida de nuestra acción no es cero: llevamos muchos partidos ganados y muchos perdidos. Y esos son puntos positivos y puntos negativos.

En nuestro programa de acción permanente hemos constatado que todo mexicano lleva en sí:

+ Un individualismo que le hace atender instintivamente sólo a sus intereses.

+ Un egoísmo azuzado por el desengaño y la frecuencia con que se ha visto atacado por gobernantes y partidos políticos.

+ Una despreocupación soberana por el prójimo.

+ Una facilidad innata para burlar la legislación, sobornar, cifrar el éxito en las recomendaciones, aspirar a puestos políticos solo para su beneficio y se olvida de que los puestos de elección son para servir al pueblo.

+ Un recelo y una suspicacia en las relaciones entre unos y otros (cuando no están corrompidas de odios o desprecios) que hace a la maquinaria social de nuestro pueblo funcionar con diarias estridencias.

En estos momentos de crisis y desconcierto en que domina la actitud “sálvese el que pueda” los que el día de mañana seremos los ciudadanos modelo y dirigentes de una sociedad, tenemos que tener la serenidad suficiente para preguntarnos que podemos hacer sobre estos problemas y estar preparados para enfrentarnos con ellos con una cabeza al servicio del amor. No se trata de que nuestra acción formativa y educativa sea lo máximo en ciencia sino en convicciones para servir a los demás. Nuestra filosofía elemental es: Lo que yo quiero para mí y mi familia es lo que quiero para los demás y sus familias”.

Esta acción de preparación debe consistir en conocer la situación real. No fiarse de lo que hemos oído en casa o en nuestro círculo de amigos. Esa fuente de información está intrínsecamente enrarecida pues está impurificada con un prejuicio clasista. Y en el campo social en que debe trabajar el Sinarquismo no tienen validez los medios de adquisición de verdades que puedan ser apropiadas para otras ciencias. Tenemos que descubrir por nosotros mismos cuál es la realidad. No lo que digan las criticas, ni los rumores, ni los editoriales de los periódicos, ni los comentarios de la radio.

Tenemos que descubrir personalmente:

- Cuál es la situación.

- Cuáles son los datos estadísticos descarnados.

- Qué piensa la masa mexicana de ello.

Nuestro programa de acción en lo que se refiere a la educación de nuestros agremiados no sólo ha de hacer que brote y se desarrolle la conciencia del deber que tienen de actuar sinarquistamente en el campo económico y social, sino también ha de mirar a que aprendan el método que los capacite para cumplir con ese deber.

El método de esta acción tiene como finalidad que la doctrina sinarquista sea:

1.- CONOCIDA: El método deberá instruir;

2.- ASIMILADA: El método deberá educar;

3.- LLEVADA A LA REALIDAD.- El método conducirá a la acción.

Para que esta instrucción, educación sean más eficaces se sugiere que:

1.- Los Sinarquistas propongan sus experiencias cotidianas y se sirvan de ellas para educarse ellos mismos siempre mejor y contribuir a la educación social de los demás y en especial de los jóvenes.

2.- Contra la tendencia hedonística que quiere reducir la vida a la búsqueda del placer, se oponga un sentido Sinarquista de servicio que lleva consigo un espíritu de sobriedad y sacrificio;

3.- En la vida profesional no sólo deben ser los Sinarquistas competentes, sino que en el ejercicio de sus actividades se muevan en el ámbito de los principios y directivas de la filosofía Sinarquista.

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