sábado, 6 de diciembre de 2008

TROZOS DE HISTORIA SINARQUISTA: LA FIEBRE AFTOSA


Por: Raúl Gómez Espinoza

ASI-JALISCO


La UNS con su intensa campaña logró que el 4 de diciembre de 1947, la Comisión México-Americana para la Erradicación de la Fiebre Aftosa, abandonara el sistema del sacrificio de anima­les infectados, de los recuperados y de los animales de contacto. Se aceptó la vacuna como un eficaz medio para combatir la epizootia y el gobierno adoptó un nuevo sistema. La Unión Nacional Sinarquista incluso ofreció su colaboración al presidente Alemán para el desarrollo de los trabajos de vacunación.

El logro de la UNS no fue fácil, había tenido muchos proble­mas con el gobierno pues la tenían en la mira como provocadora de los conflictos, así en septiembre de 1947, fue mezclada en un conflicto local, En Senguió, Michoacán, donde los campesinos para defender sus animales atacaron a una brigada anti aftosa, matando varios veterinarios, estadounidenses y me­xicanos; incluso a algunos miembros del Ejército. Fueron unos mil campesinos los que atacaron violentamente a los que iban a matar el ganado infectado. El jefe de la zona militar de Michoacán, Cristóbal Guzmán Cárdenas y el gobernador, Men­doza Pardo, culparon a los sinarquistas, en especial por ser los que insistían en lo inconveniente del uso del Rifle Sanitario. No tuvieron empacho en señalar que el ataque sangriento era una prueba de la labor de resistencia que la Unión Nacional Sinarquista desarrollaba en el sector campesino, contra las medidas que el gobierno tomaba contra la fiebre aftosa.


De todas formas, sin la culpabilidad de la Unión Nacional Sinarquista, el caso de Senguió sirvió de ejemplo, sobre todo, en Michoacán, los enfrentamientos contra el ejército se sucedieron durante el tiempo que siguió la labor de las brigadas anti aftosa, que mataban al ganado infectado.


Todos estos detalles se acumularon y decidieron al presidente de la República a procurar el cambio en el sistema de combatir la fiebre aftosa, cuyas repercusiones en la economía ya eran muy evidentes.


Desde fines de diciembre de 1947 se desarrolló un extenso programa de vacunación y, durante 1948, la aplicación de la vacuna anti aftosa permitió erradicar el mal en los estados del centro de la República.


Los sinarquistas formaron parte de las brigadas de vacuna­ción y colaboraron con el gobierno orientando y capacitando a los campesinos y ganaderos para que no se resistieran a la campaña de vacunación.


Claro que el problema de la fiebre aftosa sirvió para que la Unión Nacional Sinarquista arraigara, aún más, su fuerza social regional. La identifica­ción con los problemas que afectaban a los campesinos, y ganaderos, como resultado de la aplicación del rifle sanitario, permitió que el Movimiento resurgiera por medio de la "resis­tencia pacífica", aunque en ciertos momentos se volvió violenta, pero no porque así fuera la instrucción de los mandos naciona­les o regionales del Sinarquismo.


La labor oposicionista contra el gobierno por su error táctico, contra Estados Unidos por imponer un sistema muy perjudicial solo a la economía de los mexicanos y el rifle "asesino", surgió porque el Sinarquismo era el portavoz de las demandas y conflictos de la sociedad campesina, que en ese momento estaba traumatizada hasta la desesperación porque el gobier­no le quitaba sus medios y fuentes de trabajo.


El Sinarquismo más que nunca probó que es portavoz de los pobres y encauzador de los problemas socioeconómicos. Esa fue una demostración que de verdad la Unión Nacional Sinarquista persigue el Bien Común. De hecho uno de los logros supremos de la Unión Nacional Sinarquista está en concretar con hechos su lucha por el Bien Común y lo demostró durante la campaña contra la erradicación de la Fiebre Aftosa.

1 comentario:

  1. mi abuela y mi tia fueron sinarquistas en venta de bravo mich

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