sábado, 12 de enero de 2019

AMLO y los Huachicoleros ¿Lucha estéril?


Por: Guillermo Montelón Nava


La lucha que emprendió el gobierno de México por determinación del Presidente Andrés Manuel López, empezó mal y así podría acabar, sencillamente porque, igual que otras acciones de gobierno, se ponen en marcha sin una adecuada planeación y sin tomar en cuenta las consecuencias negativas que se generan cuando se toman decisiones equivocadas, de ahí que hoy en al menos 9 estados del país se viva una grave crisis en el abasto de combustible.


La determinación de cerrar los ductos de PEMEX, supuestamente para evitar que los ladrones de combustible ya no pudieran ordeñarlos, si bien a bote pronto parece una buena medida, la realdad es que con ello no se resolverá el problema mientras no se actúe con dureza en contra de los delincuentes, las bandas de huachicoles, los grupos del crimen organizados y sobre todo mientras se de paso a la impunidad al haber perdonado de antemano a los ladrones de cuello blanco que desde las oficinas de Pemex actuaban en complicidad con los ladrones.

Los ductos de PEMEX tarde o temprano tendrán que volver a abrirse, y no habrá suficientes elementos del ejército o la marina para vigilarlos, a no ser que por necedad se insista en aplicar una estrategia de distribución mediante el uso de pipas o camiones cisternas, con todo lo que ello implica en cuanto a riesgos de accidentes carreteros y de incendios como los que ya han ocurrido, además de los problemas para el abasto que ahora se tienen.

Lo que a mi parecer debió hacerse es haber iniciado con una estrategia de inteligencia para ubicar a los responsables dentro de PEMEX, seguir la pista a los concesionarios que compraban gasolina robada mediante el cruce de información entre PEMEX, el SAT y con la participación de investigadores policiacos, ubicar con mayor precisión las redes delincuenciales y de corrupción, pero lejos de eso, a pesar de haber conocido el problema con oportunidad, el presidente adelantó el perdón a la gente de PEMEX y hasta ahora no se ha tomado ninguna acción contra nadie de la paraestatal. Así las cosas, lo que se aprecia es que habrá impunidad para los delincuentes de cuello blanco y aún para los ladrones y la delincuencia organizada.

La forma como se decidió atacar el robo de combustible, si bien en principio parece haber detenido la acción de los ladrones, todo indica que eso resultará en perjuicio de la mayoría de la gente, pues además de las molestias y de los muchos problemas que ya se ha generado a la población por no haber suficiente gasolina en las estaciones de servicio, el impacto negativo ya está alcanzando al sector productivo, tanto en el campo como en las ciudades, limitando la movilidad de trabajadores, así como el traslado de mercancías.

De hecho, algunos sectores ya comienzan a resentir las consecuencias y ya se habla de un impacto negativo en el sector turístico, por lo que de prolongarse esta crisis en el abasto de gasolina el golpe a la economía podría ser muy fuerte, resultando entonces más caro el caldo que las albóndigas.

Lo que urge entones es atacar el problema de raíz, investigar a fondo las redes de corrupción en PEMEX, especialmente en las áreas de producción, comercialización y distribución, al tiempo que se investigan a los grupos del crimen organizado que participan en este complejo entramado que ha subsistido desde hace varias décadas porque además de funcionarios federales, ha habido autoridades estatales y municipales involucradas.

Dejar que el sindicato de PEMEX permanezca como un ente intocable, cuando a todas luces hay mucho por investigar sobre este tema, resulta desalentador, desilusionador para la gente que en verdad esperamos que se ataque la corrupción de arriba para abajo y que en ese afán se actúe con estrategia, con planeación, inteligencia y determinación.

Esperemos que de verdad se vaya a fondo y a la raíz para el bien de PEMEX y de México.

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