Por: Sergio Estrada
ASI-JALISCO
Don José de Jesús Solís Hernández, destacado compañero sindicalista del sinarquismo de Jalisco,(ya ... fallecido), nos contó una ocasión, el cómo llegó a salvarles la vida a varios sindicalistas comunistas en los años 60s cuando la represión priísta fué más feroz.
En cierta fábrica, los esquiroles de la CTM buscaban a ciertos militantes de alguna organización de izquierda que pugnaba por hacer un sindicato independiente para conseguirles las prestaciones básicas a los trabajadores.
Los de la CTM no iban con resorteras. Pasaron los 3 militantes de izquierda escondiéndose y atinaron a pasar frente al local sinarquista (que no tenía nada que ver en esa lucha... aún). El camarada Solís estaba observando desde hacía rato y los compañeros observadores llegaban con noticias.
Saca la mano por la puerta entreabierta y jala uno por uno a los asustados militantes, aun con ropa ensangrentada de golpes y algún primer disparo. Los meten hasta el fondo del caserón. Y al pasar los golpeadores de la CTM nunca pensaron en buscar ahí. Siguieron de largo.
Les dieron alimento, los ayudaron a comunicarse con sus propios camaradas (como que había el modo). Y ya muy avanzada la noche, los gritos y disparos habían cesado. Se quedaron en el local sinarquista dialogando en voz baja y con cierto temor.
El viejo compañero Jesús Solís, macizo, robusto, de voz tronante y poderosos ademanes los trató como si fueran sus propios compañeros. Hablaron de sus mutuas vidas, de sus mutuas luchas y aspiraciones. Don Jesús no dejó de cuestionar lo que creía era cuestionable. Ellos tampoco dejaron de decir lo que querían decir.
Porque ese fué y es el modo de pensar y vivir en el Movimiento: Sin dogmatismos, sin doctrinas hechas, sin fanatismos de ningún tipo. Y sobre todo, buscando la esencia en la esperanza común. En éste caso, lo común era la lucha por los derechos de los trabajadores. Sin abandonar los principios. O mejor dicho: insistiendo en que la acción debería ser congruente con los principios declarados.
Si se lucha por la Justicia, hay que ser justos, si se lucha por libertad y dignidad, hay que actuar respetando la libertad y con la conciencia de la dignidad plena del ser humano.
Mas tarde, lograron llegar a la ciudad de Guadalajara y hasta ahí la Historia que nos contara Jesús Solís.
Este hombre, que luchara junto a otros destacados sindicalistas sinarquistas en las campañas por los derechos laborales: sindicalismo independiente, seguridad social para todo tipo de trabajadores, incluidas las empleadas domésticas, afiliación universal a los seguros de salud y derecho a la jubilación.
Respeto a la Dignidad del Trabajador y vigencia plena de la Legislación Laboral. Destacaba también la campaña por el reparto de Utilidades como paso previo y reconocimiento tácito de que la empresa debe ser propiedad de los trabajadores.
Este hombre, cristiano a la manera de los curas obreros y los de la JOC (de donde aprendió los principios de Doctrina Obrera). Nació en tiempos de la revolución y vivió gran parte de la historia sinárquica en las áreas que el consideraba su vocación: la defensa de los derechos laborales. La organización sindical revolucionaria a la manera sinárquica. Sin concesiones al capital, ni a los egos empresariales.
Falleció en 2007.
Descanse en Paz ese líder obrero, sindicalista y profundamente Sinarquista.
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