Por: Guillermo Marín
ASI-OAXACA
México es el único país en el mundo que ha tenido un sistema educativo, público y gratuito por lo menos MIL AÑOS CONSECUTIVOS. En efecto, el telpochcalli, el cuicacalli y el calmécac, existieron ininterrumpidamente del año 200 a.C. hasta 1521 d.C. en que lo destruyeron los invasores europeos. Europa operó el primer sistema educativo público en Italia hasta 1596.
México no volvió a tener un “sistema educativo de cobertura nacional”, hasta que inició José Vasconcelos las SEP en 1921. Éste sistema vivió sus mejores momentos en las décadas del 50 y el 60. Sin embargo, el PRI-sistema utilizó al magisterio como los “obreros electorales”, iniciando la corrupción y degradación del maestro y “del espíritu vasconcelista” de la educación. El maestro, desde los más apartados lugares, hasta los pueblos, colonias y ciudades, representaba una perfecta “maquinaria electoral” muy bien estructurada e intercomunicada.Carlos Jongitud y Elba Esther Gordillo son la expresión más decantada del “educador mexicano moderno” que sirve con eficiencia y eficacia al sistema. El magisterio ha sido metido a política y ha sido alejado de los valores, principios y objetivos de la educación. El Estado fue quien corrompió al magisterio y le tuvo que dar su “parte del pastel” o botín político que le correspondía por sus servicios, porque llevó a muchos presidentes, gobernadores y munícipes al poder. Esta es la verdad sobre la historia moderna de la instrucción pública en México.
La educación es otra cosa. Porque instruir es un proceso que implica la transmisión de conocimientos. En cambio, la educación es la formación y desarrollo de VALORES. Por eso vemos personas con poca instrucción académica, pero muy educada y, personas con mucha instrucción académica, pero como delincuentes de cuello blanco o con mínimos valores.
La educación en México, hasta finales de los años 60 estuvo en manos de la familia y la tradición. Pero desde que el Estado entregó la formación de los valores personales, familiares, comunitarios y nacionales a la televisión y la radio comercial, la educación se ha convertido en un negocio que enajena, embrutece y vulgariza al pueblo de México. Creando nuevos y rentables mercados de millones de ignorantes “informados de nada y consumidores de todo”. Los nuevos educadores en México son Chabelo y Gloria Trevi, entre cientos que pululan activamente en la farándula de la pantalla chica.
La familia y sus valores, así como las tradiciones y costumbres de los pueblos de México, han sido homogenizados por la radio y la televisión comercial. Se trata de crear a un zombi, individualista, vacío, violento, vulgar, inseguro, ignorante, patriotero, desinformado y consumista compulsivos de productos chatarra. Millones y millones de personas manipuladas, que cada dos años creen que ganaremos el mundial y las olimpiadas.
Esta es la realidad “educativa” del final del quinto siglo de conquista y colonización de una de las civilizaciones más antiguas y con origen autónomo del planeta que logró el más alto nivel de desarrollo humano.
Sin embargo, los políticos y algunos padres de familia, “se desgarran las vestiduras” cuando los maestros se van al paro o suspenden clases, por múltiples protestas contra un gobierno neoliberal que a castigado severamente a los marginados y a la clase trabajadora.
Los “padres de familia preocupados” alzan la voz y claman que sean acalladas las protestas de los trabajadores de la educación y que sus hijos no pierdan un día más de clases, porque ponen en peligro “su educación y su futuro”. Con todo respeto, estos “padres preocupados” demuestran su total ignorancia sobre la verdadera problemática de la educación o su total manipulación por la fuerza mediática al servicio de los dueños del dinero y los verdaderamente beneficiados de la ignorancia de sus hijos.
En efecto, los beneficiados de que el pueblo sea un conglomerado amorfo y desorganizado de ignorantes, son los dueños del dinero y sus empleados…los políticos. Un pueblo de ignorantes es fácilmente manipulable y explotable. “Tú votas y yo decido”, es la ley del dinero. “Tú eres libre de escoger a quien yo he seleccionado y financiado para que defienda mis intereses”. "Tú eres libre de escoger entre televisa y tvazteca", "Tú eres libre en escoger entre cocacola y pepsicola". Esa es “la real democracia partidaria” y la libertad nacional. Más nada.
Esos “padres preocupados” por la educación de sus hijos, deberían analizar las erráticas decisiones que en materia de política educativa se han tomado desde la década de los años 70. La política educativa pasó de los educadores a los políticos, quienes se encargaron “con esmero” en destruir el modelo educativo mexicano. Cambiaron a diestra y siniestra, no solo los “modelos educativos” importados del extranjero, sino de los mismos secretarios y subsecretarios de educación, quienes iban y venían como feria de la fortuna.
Los políticos y no los maestros fueron los que destruyeron la educación en México. La destruyeron involucrando al magisterio nacional en la política partidaria y destruyendo el modelo educativo posrevolucionario. Ahora los neoliberales están tratando de privatizar la educación y tratan de copiar el pésimo sistema educativo norteamericano. Como siempre lo hacen, en materia de copias desde 1521, con pésimos procedimientos y peores resultados.
Esta destrucción no es accidental y mucho menos local. Por el contrario, es una estrategia global para someter a la miseria y al exterminio a millones y millones de personas en el planeta. Lo único que tiene el ser humano para defenderse de los dueños del dinero -los mercaderes-, es la EDUCACIÓN y la conciencia ESPIRITUAL. “Los padres preocupados por la educación de sus hijos”, deberían abrir los ojos, la mente y despertar a su adormecido espíritu, para darse cuenta que un día, un mes o un año sin que sus hijos vayan a la escuela, en el actual sistema educativo nacional, muy poco cambiará su desolado, famélico y raquítico futuro.
Porque el destino de los poquísimos alumnos que llegan a terminar una carrera, enfrentan el desempleo generalizado o un miserable y mezquino mercado de trabajo. Esa es la verdad. Sí no se es hijo de “papi”, sí no se estudia en el Tec. de Monterrey y en todas las universidades creadas para las elites, poco importa perder un día o un mes de clases. En general, terminarán de empleados y con mucha suerte tendrán su salario mínimo y sí son demasiado afortunados, tendrán acceso al IMSS y al Infanavit. Más nada.
De esta realidad se deberían preocupar los padres de familia. Cada día impunemente la televisión y la radio embrutecen, corrompen y vulgarizan a los niños y jóvenes. Cada día “los nuevos modelos educativos” desquician y fracturan la paupérrima academia. Cada día el magisterio sabe menos, porque cada día se impone “otro nuevo modelo”. No se acaba de entender el nuevo y ya se esta imponiendo el más moderno, traído del extranjero por el nuevo secretario. El resultado real, el maestro ahora sabe cada día menos de su oficio y cada día tiene menos experiencia.
Que se preocupen los padres de que los secretarios de Educación y Salud cabildean a favor de los intereses económicos de las empresas trasnacionales que están enfermando a sus hijos en la escuela con la venta de los productos chatarra. Que se preocupen los padres de familia de que cada día se están minimizando las prestaciones a los trabajadores y que desde que se implantó el neoliberalismo en México, el salario real ha caído estrepitosamente. Que se preocupen los padres de que solo el 16% de la educación superior privada en México tiene solvencia académica, todo lo demás es un vil fraude, un engaño.
Que se preocupen los padres porque el SENTE dispone de decenas miles de plazas para “aviadores” que están en los tres niveles de gobierno, en la “grilla” para el sindicato o realizando actividades ilegales para políticos que usan el poder de manera facciosa. Que se preocupen los padres de familia porque los gobiernos panistas han quitado la historia y en general, las humanidades de las aulas, condenado a sus hijos a ser “extranjeros incultos y desmemoriados en su propio país”.
Es muy cierto que la educación pública y la privada están en crisis. Muy cierto e innegable y totalmente reprochable. Pero, ¿qué no está en crisis en el mundo?, donde el Mercado todo lo ha convertido en una mercancía y en un rentable negocio. En donde todo se vale por arrebatarles el poder a los enemigos políticos, o quitarle el dinero al prójimo dándole “gato por liebre”, o en donde se puede contaminar y depredar a la naturaleza por obtener treinta monedas de plata.
Que los padres de familia se preocupen verdaderamente de su propia ignorancia. Que los se preocupen de los verdaderos problemas que aquejan a la educación en México. Porque solo de una verdadera, profunda y sincera preocupación, los padres de familia se podrán OCUPAR DE LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS.
*Guillermo Marín
ANTROPOLOGO E INVESTIGADOR
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