jueves, 24 de junio de 2010

LA TRANSFORMACIÓN DEL CORAZÓN GUERRERO


Entrevista a un “temasquiani”.

Por: Guillermo Marín
ASI-OAXACA

Mi nombre es Francisco Nahualyayolotl. Este nombre me lo “sembró” mi abuelo una vez que fui nombrado “temasquini”, cuando se me dio la entrega de “mis plumas” y yo entregué mi cordón umbilical.

El temascal es nuestra Madre que nos recibe. Es la parte femenina, la parte creadora de la vida y del sustento. Es un espacio materno en donde podemos transformar nuestra parte física, espiritual y psicológica. Es un medio para lograr una conexión con el ombligo. Es un pequeño espacio con el que nos conectamos con la Tierra y logramos la armonización con el Espíritu. El temascal es un espacio en donde se genera la armonía entre el Espíritu, la Tierra y el Universo.

El temascal es el lugar en donde vamos a sanarnos y a curarnos por medio de una purificación a través del especto físico y espiritual de nuestro ser; y también en lo mental, porque nos ayuda a tener un balance, un equilibrio que tratamos de encontrar con nosotros mismos y con la naturaleza.

En lo físico, el temascal nos ayuda a tener un cuerpo en mejor estado, ya que, cuando se habla de la parte modificadora el temascal nos ayuda a despojarnos de las bacterias y las toxinas. Es un medio que nos permite quitar y limpiar a través del agua, el calor, el aire y la misma tierra, las impurezas del cuerpo. Porque la “purificación” en lo físico son nuestras enfermedades y deficiencias.

Aquí las plantas adquieren una importancia muy relevante, porque con ellas se reúnen todos los elementos. El temascal conjuga todos los elementos: el fuego, el aire, el viento y la tierra. Y las plantas es el siguiente ingrediente, y son ellas las que nos dan la estabilidad y la buena salud. La buena prevención de muchas enfermedades que pueden acabar deteriorando nuestro organismo. El temascal es un universo en pequeño, pues ahí están todos los elementos que permitieron la creación.

Así, al momento que se reúne con el fuego, que es el calor a través de calentar las “totonquis”, que son las piedras; el viento se manifiesta, cuando empezamos a “ramear” con las plantas se manifiesta el aliento de la vida. Cuando le echamos el agua a las piedras se produce el vapor, el agua se empieza a manifestar, el “elemento se manifiesta”.

También la Tierra se manifiesta en el lugar en donde estamos sentados y también se manifiestan las esencias. Aquí es donde se manifiesta el contacto espiritual, porque estamos acudiendo al espíritu del agua, del fuego, del viento y de la tierra y al espíritu de las plantas, porque en realidad, son ellas las que vienen a curarnos. Porque es el espíritu de la planta el que se funciona en nuestro cuerpo y empieza a curar.

En el temascal se encuentra una conexión con cada parte de nuestro cuerpo. Porque muchas enfermedades son producidas por nuestra mente y las emociones. El temascal permite descarar un sentimiento o una emoción que esta en el pensamiento de la persona. El temascal propicia “descargar” estas energías que enferman al cuerpo.
El cuerpo humano absorbe estas energías, desde que esta en el vientre de la madre. Más adelante, absorbe las energías que están en la sociedad en donde vive, con la familia en donde vive, con la pareja que comparte, con toda la gente que nos relacionamos absorbemos estas energías. El temascal nos permite un espacio de paz y reflexión, para poder remover todas estas “energías” emocionales y mentales que son el principio de muchas de nuestras enfermedades.

El temascal te permite aflorar este tipo de problemas. Como por ejemplo: la pérdida de un ser querido, o estar pasando por un momento muy crítico de la vida. Sentimientos que no los afloramos, no los expresamos. El temascal es como volver al vientre de la Madre y donde nos curamos. Nos permite sacar la tristeza, el resentimiento, la nostalgia, el odio, en una forma natural.

El temasquiani es el vehículo que “conecta” la fuerza espiritual de los elementos y las plantas que se conjugan en el temascal con la persona, para que estas energías salgan del cuerpo físico y espiritual, provocando con esto un estado de salud integral.

El temasquiani es el que dirige, el que comparte, el que aporta y el que trasmite un conocimiento de “nuestros abuelos”. Para ser un temasquini se necesita comprometerse y tener la virtud para “despertar” el espíritu de la medicina y la curación que todos tenemos en nuestro interior. Cuando el individua esta preparado el espíritu despierta y comienza su proceso.

El temascal y el temasquini en esencia es uno solo, pero en cada lugar de México tiene sus características especiales. Cada comunidad tenía su forma de hacer el inicio, su curación, tenían su propia técnica. Aunque es la misma medicina, pero cada pueblo tenía su técnica particular.

El temascal es ancestral y ha ido cambiando con el tiempo y con los diferentes lugares en los que se ha mantenido este milenario conocimiento. Seguramente que en el periodo Clásico existieron varios “niveles” de temascal. Uno muy elevado de carácter energético-filosófico-espiritual, uno de sanación, quizás otros para requerimientos “muy particulares” y uno de uso popular casero, para conservar la salud y de uso regular.

Hoy tenemos un temascal de baño, donde puede participar toda la comunidad. Otro es el de preparación, otro más es el de “visión”, donde se prepara a la gente para otro nivel, donde entran los ayunos y la abstinencia. Es diferente el temascal de la noche, de tarde o del amanecer o al medio día. Todo depende del tipo de temascal que se vaya a realizar. Existen temascales para recibir un conocimiento o tener una visión. Hay temascales de “guerreros” en donde se tenía que “aflorar” lo que se había aprendido. Es un temascal para que los maestros sepan sí el alumno había “entendido”, sí había “crecido”. Existe un temascal espiritual, en donde la relación es maestro-alumno y donde se tienen contacto íntimo con “esencias”. Estos temascales son largos y se hacen de noche. Aquí nuestro espíritu se fusiona con los espíritus medicinales y se “comparte”.

Todavía existen temascales que son solo para una “comunidad muy restringida”. No cualquiera puede participar, ni siquiera por ser indígena de la comunidad. Estos temascales se hacen en lugares apartados en las montañas y es cuando se va a recibir una “enseñanza”. Mi abuelo me decía que en las montañas es donde habitan los espíritus de la medicina. Ahí es donde se encuentran nuestros abuelos espirituales.

En la actualidad se ha pretendido “comercializar” el temascal. Eso es ignorancia y falta de respeto a nuestras tradiciones. Cuando una persona ve el temascal por la parte comercial, no le interesa la parte espiritual y medicinal. No les importa la esencia sino el dinero, porque lo ven como un negocio. Desde ahí se le pierde el respeto y el valor al temascal y eso hace que nuestras “raíces” se empiecen a secar.

1 comentario:

  1. Muy interesante el articulo!

    Bueno ver como negocio el ¨temascal¨ si creo que esta mal. Pero creo que también se deben cubrir los gastos de las hierbas, tes, comidas,etc. que genera un ritual de este tipo. Y hasta cierto grado me parece justo pagar por eso.

    El chico de la foto lo conozco -si es que no me equivoco- creo me toco estar con el una ceremonia en Tepic.

    Felicidades por este blog! ;)

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