Por: Antonio Mota
ASI-NACIONAL
En Acapulco, abundan los camiones viejos y los cafres, que son una verdadera vergüenza para un lugar turístico como se supone que es Acapulco y que debería de tener un digno transporte colectivo. No es raro ver que también circulan unidades sin permiso ni placas; es un problema añejo que parece no tener solución, o ¿diríamos a caso que No quieren darle solución?
El transporte colectivo de la ciudad Turística de Acapulco es uno de los servicios más cuestionados por el ciudadano acapulqueño y por los visitantes. Los camiones viejos y los chóferes “cafres” son el principal dolor de cabeza para los usuarios. Las quejas de la gente por una u otra cosa que le sucede en dicho transporte son cotidianas, además que los usuarios sortean a su serte el ser asaltados en los urbanos.
Anarquía, burocracia, nepotismo e irresponsabilidad. Pero lo anterior no contradice para que Acapulco tenga que soportar con conformismo un pésimo servicio por tiempo indefinido. Las irregularidades de origen en dicho transporte se remontan a muchos años, atoradas en su solución por la burocracia centralizada y por la corrupción generalizada en el gobierno estatal.
Desde hace mucho en las oficinas de Transporte, se han señalan anomalías como las de la circulación de camiones que carecen de permiso y se puede también observar que algunos ni placas portan, otro mas circulan sin ninguna regularización de vigilancia en unidades en buen estado y no contaminantes.
A esto se incluye la inseguridad pública en las unidades, la reestructuración de las rutas, lo cual lleva varios sexenios anunciándose, sin que a la fecha se resuelva nada. Imponiéndose los urbaneros con sus respectivos amparos.
Contaminación ambiental y auditiva, es lo que los usuarios deben soportar a diario, además de jugársela a la “ruleta rusa”, si salen con vida, sin lesiones de un viaje por las chatarras, es que fue un día de suerte.
La contaminación les importa muy poco a las autoridades y a los chóferes y concesionarios, los mismos funcionarios, son los que hacen oídos sordos y ojos ciegos para tratar de raíz este lamentable y serio problema del transporte público.
Los operativos si es que se han realizado, han servido para que los tránsitos y autoridades del trasporte publico, saque su ya conocida y tradicional “mochada” .
Cafres, Puercos, animales, se extiende el cuestionamiento hacia algunos de los chóferes que manejan como verdaderos cafres, aunque no todos son así, pero son relativamente muy pocos los buenos chóferes. Por otro lado aseguramos que algunos operadores ni licencia tienen y hay camiones que no traen placas o están vencidas.
Los usuarios se quejan por «el mal aspecto» de algunos de estos conductores a los que denominan como cholos por su forma de vestir y de hablar. Pero el problema es que sobre todo se quejan de ellos por la manera alocada de manejar, y por la música a todo volumen, violando el reglamento de transito.
Los usuarios se quejan por «el mal aspecto» de algunos de estos conductores a los que denominan como cholos por su forma de vestir y de hablar. Pero el problema es que sobre todo se quejan de ellos por la manera alocada de manejar, y por la música a todo volumen, violando el reglamento de transito.
El usuario está entrampado en un dilema: o se aguanta o se chinga. O se va caminando. mientras el Gobernador se hace el tío lolo incumpliendo la responsabilidad de darle a Acapulco un transporte digno, eficaz, limpio y de buen servicio ¡fuera los camiones chatarra de Acapulco!
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