jueves, 18 de diciembre de 2008

ENCUENTRO CON LA POBREZA



Ideología Sinarquista
ARCHIVOS DE ASI


El sistema neoliberal quiere que existan niños ricos condenados por su nacimiento y por su educación a no saber nunca lo que es la pobreza. Aunque es verdad que no se puede ocultarles que los pobres existen, pero conocen sus condiciones que son repugnantes y hasta han asimilado la prevención de que en ellos hay veneno por lo cual hay que apartarse de ellos y tener sumo cuidado contra ellos.

Tema que por sugerirnos la repugnante imagen del mendigo harapiento y maloliente, desagrada a nuestra sensibilidad. Por eso hay que asomarnos, los Sinarquistas, desprovistos de prejuicios, dispuestos a podar con nuestro machete lo que nos estorbe en el camino.

Lo primero es que ya hemos visto intuitivamente y hasta de muy cerca, los efectos de la pobreza: suciedad, andrajos, estrecheses. Ya hemos estado con los pobres y muchos de nuestros compañeros Sinarquistas son pobres pero que ya saben vivir su pobreza con dignidad y con ánimo de lucha por mejorar.

Pero hay otros mucho más pobres, mendigos que arrastran su vida solos por las puertas de los cines, de los templos y por las calles. Todos ellos llevan en su alforja a la espalda la historia de unos años inexplicablemente miserables. No desconocemos que algunos de ellos han hecho de la mendicidad un oficio. Pero también hay muchos que se han visto obligados a pasar de una situación desahogada disfrutando de un empleo, al humillante estamento de los menesterosos porque el desempleo llegó repentina y cruelmente.

Hay otros problemas: la viuda, los huérfanos y el asalariado insuficiente, ese que vive del salario mínimo, estos viven en el limite peligroso entre la mendicidad y el trabajo.

Muchos de esos pobres al conocer casos como el de Raúl Salinas más que pensar si es o no un delincuente, se amargan la existencia de solo pensar cuanto se gastaría en alguno de los banquetes que realizaba en una de sus muchas casas. Habría que ponerse en el caso del pobre. Meterse en sus harapos, en su alma, en su cuerpo vacío. Todo ese panorama del despilfarro cotejado con la primera estampa de miseria, crea para toda la sociedad un problema de desequilibrio tensional que no podemos dejar de controlarle. En el choque de esta miseria suma y de esa riqueza exagerada, salta la chispa capaz de provocar un incendio que nos arrastre a todos indiscriminadamente. La economía que vivimos ahora parece que se maneja para que los pobres disminuyan pero porque se mueran de hambre.

Los Sinarquistas concluimos que una cosa es la pobreza y otra la miseria degradante y en nuestro país el problema es que han ido aumentando los que viven en la miseria.

En un plan de acción contra la pobreza solo nos queda promover empresas comunitarias, pero ese es un proyecto que siempre se aplaza por la falta de dinero o de créditos baratos y por las dificultades que represente tener que gestionar ante las instancias gubernamentales los permisos, reunir las condiciones.

Lo último que nos queda es actuar públicamente para reclamar mayor conciencia gubernamental respecto a su obligación de promover el Bien Común.

1 comentario:

  1. PERO ESTHA DEL UNO LA K-ZITHA YO KYERO UNA AZY.
    aTtOx.Ab-lOkoThe

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