domingo, 30 de noviembre de 2008

EN DEFENSA DE LA UNIÓN NACIONAL SINARQUISTA


Por: Sergio Estrada.
ASI-JALISCO


Dicen algunos, que Jalisco, San Luís Potosí, Colima etc. son unos estados conservadores, temerosos de verdaderos cambios, que somos cerrados, que no entendemos la verdadera esencia del humanismo y de la solidaridad, se nos critica porque no apoyamos el proyecto político del yunque, que a través de la infiltración a nuestra organización chamaquearon a nuestro dirigente nacional y los mercenarios de la política grandes mezquindades de personalidades nefastas a nuestra organización, que su único y gran ideal es ganar dinero.

Si se realiza un análisis profundo descubriremos los planes maquiavélicos de estos aliancistas, que inclusive preparan un asalto a la jefatura nacional, para afianzar su negocio redondo. Pero que se puede esperar de estos imbeciles, ya sabemos como se mueven, a través de la grilla y la manipulación, ya están promoviendo un candidato, fuera de tiempo, y sin motivo para hacerlo porque en el sinarquismo así no se manejan las cosas.

Pero seamos más críticos, que es decir más realistas. Nos quédanos en pocos militantes y pocos seguidores, porque es una aberración decir que somos 350 mil militantes solo por el simple hecho de que los yunquistas compraron afiliaciones para el partido solidaridad de 50 hasta 200 pesos, esos son “miembros” ocasionales, y es una pendejez creer que son militantes activos y sinarquistas como lo señala Pérez Lujan.

Los sinarquistas hemos enfrentado el ataque del sistema corporativo priísta (que esta de regreso), enfrentamos los abusos y manipuleo panista, las calumnias de supuestos historiadores, que si nos apartamos de lo que ellos dicen ser sinarquismo, “es que no somos los auténticos” (jajaja), también hemos enfrentado a la izquierda comunista, y lamentablemente hemos y estamos enfrentando al Yunque y no descansaremos hasta recuperar nuestra dignidad, nuestra organización y nuestra mística que ha sido empeñada por estos imbeciles que no tienen idea de organicidad y mucho menos tienen el ideal sinarquista.

Las tareas propias de los comités sinarquistas no se pararan, y no lograran pararlas aunque Enrique destituya a jefes regionales y municipales, solo por el simple hecho de “no estar con el”, hablarle, exigirle, decirle que recapacite es como hablarle a la pared, por eso nosotros seguimos adelante, trabajando por la organización sinarquista y por sus organizamos de proyección.

Que no nos desanimen estas divisiones internas, bien podríamos ocultarlas en lo interno, pero tomamos el principio de Juan Ignacio Padilla “se teme a la verdad? Duele que haya sinarquistas que le teman a la verdad”

Agradecemos a todos los compañeros por sus apoyos, y a las organizaciones nacionalistas que nos han ofrecido su solidaridad, muchas gracias.

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